No hay nada nuevo bajo el
sol, proclama el Eclesiastés dando cuerpo doctrinal al ciclo como ley natural y
humana. La coyuntura actual, en parte, viene recogida por la Divina Comedia
(primer cuarto del siglo XIV) de Dante y el Gran Teatro del Mundo (primera
mitad del siglo XVII) de Pedro Calderón de la Barca. Es decir, entre ambos hay
una diferencia de trescientos años, pero se ajustan perfectamente a los ecos estridentes
del mundo actual. Cualquiera de ellos
hubiera servido como titular exacto. Sin embargo, me decidí por Dante porque
habla del infierno y, aunque creo que la farsa es sustantiva de los
acontecimientos vigentes, la situación infernal —tomada en sentido figurativo—
parece más acorde a la realidad circundante. A nivel nacional quizás fuera
oportuno El Gran Teatro, pero los fragores internacionales anteponen La Divina
Comedia.
Pese a lo dicho, pondré el
foco en Calderón cuando me refiera a la problemática nativa por su tramoya.
Volvamos a la esfera internacional abrasada en apariencia porque estrategia es
sinónimo de confusión. La Divina Comedia está formada por tres “cánticas”:
Infierno, Purgatorio y Paraíso. Infierno consta de nueve círculos: Limbo constituye
el primero y reúne no bautizados (reminiscencias dogmáticas), glotones y
lujuriosos. ¿Es, tal vez, una evocación a la sociedad española? Violencia es
atributo del séptimo. Fraude conforma el octavo y Traición el noveno. ¿Acaso ya
Dante pronosticaba el carácter del gobierno español y de su presidente? El
autor, coloca a Satán en el centro del noveno y su rostro, con tres caras,
significa la traición a Dios. ¿Será esta la causa de llamar a Sánchez Satanás
por parte de una muchedumbre políticamente incorrecta, o no tanto?
Hoy estamos centrados en
el séptimo círculo ya que una violencia recurrente —asimismo altiva,
emblemática, disuasoria— se interpone a Ucrania y OTAN. Rusia, sometida a cierta
debilidad económica, ha apostado un gigantesco ejército en la frontera con
Ucrania y Biden augura su invasión, pero sospecho que todo se reduce a una burda
maniobra para mostrar músculo. Algún expolítico-analista, necio y español, pontifica
el hecho asegurando que Rusia debe proteger sus fronteras. Cierto, pero no anexionándose
parte del territorio vecino. En dos mil catorce, Rusia incorporó
unilateralmente la península de Crimea en una operación parecida al Anschluss expansionista
alemán. Ucrania, más pronto que tarde, será miembro de la UE y OTAN. Rusia
muestra su poderío previendo que dicho país pida entrar rápidamente en esas
sociedades que tanto incomodan a Putin.
Es evidente que ni por litigios
económicos, ni por riesgo de alterar el statu quo actual (incluyendo Crimea), la
zona no es explosiva. Distinto sería que Putin pecara de Hitler y quisiera
extender sus amplias posesiones, hipótesis descabellada. Si iniciara una
invasión, Crimea sería objetivo de interés euro-estadounidense y Rusia
probablemente la perdiera con infortunio social (incluido reproche político) y
económico insospechado. Solo un dato: El PIB de EEUU y UE juntos es varias decenas
superior al PIB de Rusia. Desconozco qué detalles militares pueden
desequilibrar la balanza entre ambos ejércitos, aunque temo que su
desproporción sea parecida a la económica pues “poderoso caballero es don
dinero”. Si se actúa con sosiego e inteligencia, los argumentos expuestos poseen
gran entidad. Por tanto, pese a informaciones dramáticas y declaraciones fuera
de tono, no parece existir resquicio de conflicto armado.
Este contratiempo ha
desvelado algo más preocupante que la hipotética invasión de Ucrania: una Unión
Europea inexistente. España, Polonia, Repúblicas Bálticas y algún otro país ejemplar
han enviado hombres y/o material militar para incrementar lo facilitado por
EEUU y Gran Bretaña, auténticos salvaguardas. Dudas y parsimonia caracterizan
un comportamiento insólito de Alemania y Francia, olvidando la solidez conseguida
por Hitler ante las actitudes apáticas de Gran Bretaña y Francia en los
preludios de la Segunda Guerra. Desde un punto de vista político-jurídico-militar
(el económico tampoco parece ideal), la Unión Europea deja mucho que desear y
su consecuencia es el incremento de euroescépticos. No habrá pugna armada
porque la disposición del despliegue parece indicar una pura exhibición de
músculo militar, pero los dientes hay que enseñarlos cuando sea preciso. Ya lo
dice el proverbio: “si quieres la paz, prepárate para la guerra”.
Donde se encuentra el
infierno, donde están presentes todos los demonios de la guerra sin
trascendencia ni cobertura mediática, es en el Pacífico Occidental. El
crecimiento económico del gigante asiático inquieta a EEUU, Japón, Corea del
Sur y directamente a Formosa. Al parecer, escuadrillas chinas invaden frecuentemente
el espacio aéreo de Taiwán poniendo en peligro el equilibrio de la zona. Los
últimos años, China ha aumentado su PIB de manera acelerada y descomunal
creando tensiones sin precedentes en las zonas limítrofes y en EEUU que ve peligrar
el indiscutible liderazgo económico. He aquí porqué cualquier pequeño error llevaría
a una confrontación de consecuencias terribles. ¿Puede negarse que varios
submarinos nucleares estadounidenses se encuentren situados estratégicamente sin
levantar ninguna sospecha? Su capacidad atómica y convencional es inimaginable.
Son dispositivos disuasorios en cualquier escenario.
Vamos a imbricar La
Divina Comedia y El Gran Teatro del Mundo con “El Gran Circo” de Pierre
Clostermann, intrigas internacionales al margen, porque ahora hablaremos solo
de España. Sánchez imagina que oprime un gran país, pero uno u otro le descubre
su error tratándolo de chiquilicuatre. Hoy lo ha hecho Biden negándolo ante
Polonia, calificada por medios sumisos de extremada y antieuropea. Recelo que
el desaire se lo hace al presidente por encamarse con partidos comunistas e
independentistas. Seguramente afecte también el desprecio infamante a las
víctimas de terrorismo. España, sus gerifaltes, no es de fiar. Hoy conforma un
gran teatro o circo que ocupa una extensión algo mayor de quinientos mil
kilómetros cuadrados donde el relleno humano forma parte importante,
justificativa, de lo que se supone Nación o Estado ¿democráticos? Falsa
creencia. No mencionemos fiscalía ni judicatura; nos quedaríamos vergonzosamente
cortos.
Un gobierno de chirigota
cimienta un país de chirigota. El retoque laboral realizado bajo potestad de la
podemita Yolanda Díaz, cuenta con una tímida y celosa oposición de Unidas
Podemos para mitigar el protagonismo de doña Yolanda que pretende convertirse
en la guía de una nueva y consolidada izquierda. De resultas, Belarra y Montero
(doña Irene) “personajas” interinas, sustitutas, aparte de incumplir su papel
quedarían ensombrecidas, sin cargos. Terrible, pues la señora Montero ha
recibido ya su “herencia” quedándose económicamente desvalida. Sánchez se
supera a sí mismo con las pensiones cuya subida, según él, paliará la pérdida
de poder adquisitivo. El IPC ha subido un seis coma cinco y las pensiones dos
coma cinco. Podría poner cincuenta mil ejemplos sanitarios, sociales,
económicos, laborales, donde queda claro que nos tratan como enanos
intelectuales y morales. España forma parte de una comedia-farsa perfecta, “divina”,
convertida en el gran circo que nos distingue.